Edición 363 Año 14; Chihuahua, Chih. México Fundador: Javier Salinas †, Gerente General: C.P. Irene Quintana
Vapear afecta gravemente a la salud, mucho más si se combina con fumar
Nuevos estudios muestran los efectos nocivos de vapear y fumar en los vasos sanguÃÂneos, y cómo la combinación de cigarrillos electrónicos con cigarrillos normales puede aumentar los riesgos para la salud
El uso prolongado de cigarrillos electrónicos puede perjudicar significativamente la función de los vasos sanguÃÂneos del cuerpo, aumentando el riesgo de enfermedades cardiovasculares. Además, el uso de cigarrillos electrónicos y de cigarrillos normales puede suponer un riesgo aún mayor que el uso de cualquiera de estos productos por separado. Estos son los resultados de dos nuevos estudios respaldados por el Instituto Nacional del Corazón, los Pulmones y la Sangre de EE UU (NHLBI).
Los resultados, que aparecen hoy en la revista Arteriosclerosis, Thrombosis, and Vascular Biology, se suman a las crecientes pruebas de que el uso a largo plazo de los cigarrillos electrónicos puede perjudicar la salud de las personas. Los investigadores saben desde hace años que fumar tabaco puede dañar los vasos sanguÃÂneos. Sin embargo, los efectos de los cigarrillos electrónicos en la salud cardiovascular son poco conocidos. Los dos nuevos estudios, uno en humanos y otro en ratas, han podido confirmar los efectos perjudiciales.
Los consumidores habituales de cigarrillos electrónicos pueden experimentar un riesgo de enfermedad cardiovascular similar al de los fumadores crónicos
En el estudio con humanos se descubrió que los consumidores crónicos de cigarrillos electrónicos presentaban un deterioro de la función de los vasos sanguÃÂneos, lo que podrÃÂa suponer un mayor riesgo de padecer enfermedades cardÃÂacas. Es decir, los consumidores habituales de cigarrillos electrónicos pueden experimentar un riesgo de enfermedad cardiovascular similar al de los fumadores crónicos.
En este primer estudio se recogieron muestras de sangre de un grupo de 120 voluntarios que incluÃÂan a los que usaban cigarrillos electrónicos a largo plazo, a los que fumaban cigarrillos a largo plazo y a los que no los usaban. Los investigadores definieron el uso prolongado de cigarrillos electrónicos como más de cinco veces a la semana durante más de tres meses y definieron el uso prolongado de cigarrillos como fumar más de cinco cigarrillos al dÃÂa.
A continuación, expusieron cada una de las muestras de sangre a células de vasos sanguÃÂneos humanos cultivados (células endoteliales) en el laboratorio y midieron la liberación de óxido nÃÂtrico, un marcador quÃÂmico utilizado para evaluar el correcto funcionamiento de estas células. También comprobaron la permeabilidad celular, es decir, la capacidad de las moléculas para atravesar una capa de células y llegar al otro lado. Un exceso de permeabilidad hace que los vasos sean permeables, lo que perjudica su funcionamiento y aumenta el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares.
Los cigarrillos electrónicos tienen efectos cardiovasculares nocivos de forma diferente a los causados por el humo del tabaco
Los investigadores descubrieron que la sangre de los participantes que usaban cigarrillos electrónicos y de los que fumaban provocaba una disminución significativamente mayor de la producción de óxido nÃÂtrico por parte de las células de los vasos sanguÃÂneos que la sangre de los no usuarios. En particular, los investigadores descubrieron que la sangre de los que usaban cigarrillos electrónicos también causaba más permeabilidad en las células de los vasos sanguÃÂneos que la sangre de los que fumaban cigarrillos y de los no usuarios. La sangre de los que usaban cigarrillos electrónicos también provocaba una mayor liberación de peróxido de hidrógeno, una molécula oxidativa, por parte de las células de los vasos sanguÃÂneos que la sangre de los no usuarios. Cada uno de estos tres factores puede contribuir al deterioro de la función de los vasos sanguÃÂneos en las personas que usan cigarrillos electrónicos, dijeron los investigadores.
Los investigadores descubrieron que los cigarrillos electrónicos tenÃÂan efectos cardiovasculares nocivos de forma diferente a los causados por el humo del tabaco. En concreto, descubrieron que los biomarcadores circulantes de riesgos cardiovasculares eran diferentes en ambos casos. Esto quiere decir que los efectos se suman, y las personas que consumen ambos productos, que son muchas, tienen un riesgo aún mayor.
El daño está causado por la irritación de las vÃÂas respiratorias que desencadena señales biológicas en el nervio vago
En el segundo estudio, los investigadores trataron de averiguar si habÃÂa componentes especÃÂficos del humo de los cigarrillos o del vapor de los cigarrillos electrónicos que fueran responsables del daño a los vasos sanguÃÂneos. En los estudios realizados con ratas, expusieron a los animales a diversas sustancias presentes en el humo del tabaco o en los cigarrillos electrónicos. Entre ellas se encontraban la nicotina, el mentol (un aditivo de los cigarrillos), los gases acroleÃÂna y acetaldehÃÂdo (dos sustancias quÃÂmicas que se encuentran tanto en el humo del tabaco como en los vapores de los cigarrillos electrónicos) y nanopartÃÂculas de carbono inertes para representar la naturaleza de las partÃÂculas del humo y del vapor de los cigarrillos electrónicos.
Mediante mediciones especiales del flujo arterial, los investigadores demostraron que el daño a los vasos sanguÃÂneos no parece estar causado por un componente especÃÂfico del humo del cigarrillo o del vapor del cigarrillo electrónico. En su lugar, dijeron, parece ser causado por la irritación de las vÃÂas respiratorias que desencadena señales biológicas en el nervio vago, lo que de alguna manera conduce a daños en los vasos sanguÃÂneos, posiblemente a través de un proceso inflamatorio.
El nervio vago es el más largo del cuerpo y se extiende desde el cerebro pasando por las vÃÂas respiratorias, y tiene un papel clave en el ritmo cardÃÂaco, la respiración y otras funciones. Los investigadores demostraron que la desconexión del nervio en ratas prevenÃÂa los daños en los vasos sanguÃÂneos causados por el humo del tabaco, demostrando su papel clave en este proceso.
Los investigadores encontraron que no habÃÂa un solo componente que se pudiera eliminar para detener el efecto dañino del humo o los vapores en los vasos sanguÃÂneos. Mientras hubiera un irritante en las vÃÂas respiratorias, la función de los vasos sanguÃÂneos se veÃÂa afectada.
El hallazgo tiene implicaciones para los esfuerzos por regular los productos del tabaco y los cigarrillos electrónicos, ya que subraya lo difÃÂcil que es señalar cualquier ingrediente en ellos que sea responsable del daño a los vasos sanguÃÂneos.
Publicado el día LUNES 9/Enero/2023