Edición 201 Año 15; Chihuahua, Chih. México Fundador: Javier Salinas †, Gerente General: C.P. Irene Quintana
Hacer ejercicio puede controlar el apetito
Al contrario de lo que pueda parecer, hacer ejercicio moderado no da más hambre, sino que puede ayudar a controlar el apetito, según un nuevo estudio
La actividad física de intensidad moderada no solo quema calorías, sino que también regula las hormonas del hambre, ayudando a las personas con obesidad a controlar mejor su apetito.
El apetito está regulado por una compleja interacción de hormonas como la grelina y el péptido YY, que envían señales al cerebro sobre el hambre y la saciedad. El ejercicio puede influir en estos procesos, modulando la producción de estas hormonas y afectando la percepción del hambre. Mientras que algunos creen que la actividad física aumenta el apetito, investigaciones recientes sugieren que ciertos tipos de ejercicio pueden, en cambio, reducir la sensación de hambre y ayudar en el control del peso.
Investigadores del Health Futures Institute de la Universidad de Murdoch han demostrado que el ejercicio moderado puede influir significativamente en las hormonas del apetito y en la percepción del hambre en hombres con obesidad. Este hallazgo refuerza la idea de que la actividad física no solo es útil para quemar calorías, sino que también desempeña un papel clave en la regulación del apetito.
El estudio, titulado *Efecto agudo del ejercicio sobre los factores relacionados con el apetito en hombres con obesidad*, proporciona nuevas perspectivas sobre cómo el ejercicio puede ayudar en la gestión del peso. Uno de sus autores, el profesor asociado Timothy Fairchild, de la Escuela de Salud Aliada de Murdoch, explicó que los resultados confirman investigaciones previas que resaltan la importancia de la actividad física en la mejora de la salud general.
“Mucha gente asume que el ejercicio aumenta el hambre y el consumo de energía después de la actividad física”, señaló Fairchild. “Sin embargo, estudios previos con ejercicio de alta intensidad ya habían demostrado que esto no es necesariamente cierto. Ahora, nuestra última investigación indica que incluso el ejercicio de intensidad moderada puede generar efectos inmediatos y beneficiosos en el control del apetito en hombres con obesidad”.
El estudio no solo analizó la ingesta de alimentos y la percepción del apetito, sino que también midió los cambios en las hormonas que regulan el hambre y la saciedad. Esto permitió a los investigadores comprender mejor cómo el ejercicio influye en el equilibrio hormonal y puede ayudar a reducir el deseo de comer en exceso.
Fairchild destacó que, aunque en la actualidad los fármacos para la pérdida de peso están en auge, los factores relacionados con el estilo de vida siguen desempeñando un papel fundamental en la salud. “De hecho, las hormonas que aumentan después del ejercicio son las mismas que imitan los medicamentos para la pérdida de peso más efectivos”, explicó.
Además, el ejercicio aporta beneficios adicionales que los fármacos no pueden proporcionar. “El gran valor añadido del ejercicio es que, además de regular el apetito, también mejora la salud física y mental”, concluyó Fairchild.
Estos hallazgos refuerzan la importancia de la actividad física como herramienta clave para la gestión del peso y el bienestar general, especialmente para las personas con obesidad que buscan formas efectivas y naturales de mejorar su salud.
REFERENCIA
Publicado el día DOMINGO 0//0000